TRAIN YOUR HEAD

NO TODO ES FÍSICO EN EL DEPORTE

La importancia de lo psicológico

La mayoría de los deportistas piensan que para ser un buen triatleta basta con entrenar mucho.  Casi todos los entrenadores consideran que lo que hay que entrenar es bien. 

Estos dos factores, junto con una buena dotación genética, son necesarios para obtener buenos rendimientos, tanto en el deporte como en muchas otras facetas de la vida.

Y entonces, ¿por qué muchas veces reunimos estos parámetros y no conseguimos resultados?
Muy sencillo, olvidamos de entrenar nuestra cabeza, esa red de conexiones neuronales imposible de comprender que, nos gobierna desde que nos levantamos hasta que nos volvemos a levantar.

Entrenar la cabeza no significa estudiar de memoria un decálogo de normas que te hacen bajar de 3h en una maratón o te preparan para ser “finisher” en tu primer triatlón.

Entrenar la cabeza consiste en:

• Mantener la máxima concentración en cada uno de los entrenamientos que haces, respetando adecuadamente los ritmos, las series, los descansos, la técnica, etc., 

• Tener la suficiente motivación a la hora de afrontar una competición, con ganas de disfrutar del deporte que practicas y de sacar a flote todo lo que cultivas cada día de entrenamiento.

• Aumentar esa capacidad de sufrimiento que supone el esfuerzo físico y que se refleja con dolor muscular, con altas pulsaciones, con respiraciones límites.

• Tener objetivos deportivos claramente marcados, luchando por conseguirlos.

• Conocer al dedillo tus posibilidades y tus limitaciones para crear el algoritmo prfecto que saque lo mejor de ti en cada prueba.

Bien, pues todo esto lo escribo porque después de mucho meditar sobre mi primera retirada en un triatlón (triatlón sprint de Plasencia), llego a la conclusión de que lo que me ha fallado ha sido la maquinita de arriba.

Creo que había recuperado físicamente bien del Ironman de Vitoria y que llegaba en un buen momento de forma, sobre todo en el agua que es donde peor me defiendo, pero a los pocos minutos de sonar la bocina y sin apenas nadar 200 metros, me salgo del agua retirándome de la prueba.

Cierto es que nos tuvieron más de 10 minutos dentro del río Jerte con el agua muy fría, que no nos dejaron de utilizar neopreno, que no calenté nada y que me bajó la temperatura corporal un poco (soy muy friolero). 

Cierto que a los 200 metros de estar nadando se me congestionaron los músculos y casi se me paraliza el cuerpo entero. 

Pero también es muy cierto, y es por eso que escribo esta entrada en mi blog, que la cabeza no estaba en su sitio y no estaba gobernando mi cuerpo.

Soy un sufridor y no me gusta retirarme de ninguna prueba, mis compañeros de equipo lo saben, pero entre que había superado con creces mi principal objetivo de la temporada solo 4 semanas antes y que se habían juntado “problemillas personales” (que los tiene todo el mundo), no llevaba la cabeza suficientemente entrenada como para estar concentrado en la prueba, tener capacidad de sufrimiento, disfrutar de la competición e ilusionarme por una buena marca.

Espero aprender de esto y espero saber transmitírselos a los que están a mi alrededor.

También aprovecho para felicitar a todos los que aparecen en la foto y que sí finalizaron el triatlón de Plasencia con grandes resultados y mejores sensaciones. De derecha a izquierda y de arriba a bajo; Sergio P., Quintana, Diego, Óscar, Joaquín, Juanma, Manu Cortés, Manu Blanco, Manu Dorado y uno que está de cuerpo presente pero con la mente en otro sitio.